Para el curso de "Traducción e interpretación", traduciré el libro "Für immer der deine" de Nicholas Sparks en este semestre (Sommersemester 2016)
o
En el camino dieron una pequeña vuelta por el camino forestal antiguo que antes había servido a modo de dispación de madera. Este camino serpenteaba a sólo dos kilómetros por el National Forest, hasta el lugar donde el Swan Creek hacía una curvatura cerrada en dirección a South River. Allí había una playa bonita de cantos rodados y cada uno sabía que se podía bañarse desnudo sin ser estorbado. Clayton no tenía idea cómo esta tradición había nacido. Pero se había acostumbrado a pasar en coche con frecuencia por allí, siempre con la esperenza de marcar un golpe de suerte cómo hoy. Hace seis semanas había detectado seis chicas desnudas, ahora eran por lo menos tres. Los dos que hasta ahora habían dormitado en sus toallas, buscaban a tientas sus camisetas apresuradament. Una era un poco gordita por mi gusto per las otras dos - también la castaña, que estaba delante de mí- tenían una figura que cada compañero de estudios podía hacer perder la razón. Y cada funcionario de policía.
-No sabíamos que la genta viene aquí. Pensábamos que aquí es permitdo.-
Hacía una cara de inocente, que él pensaba automáticamente: Seguramente, Daddy fuera superorgulloso , si supiera lo que su pequeña hijita hace aquí. Se imaginó qué asustado reaccionaría a esta frase pero porque llevaba uniforem, desgraciadamente tenía que expresar algo serio. Si se divulgaba que la policía patrullaba en la región, pronto ya no venían ningunas estudiantes y eso sería muy lástima.
-Venga conmigo. También me gustaría hablar con sus amigas.-
La seguía abajo hasta la playa de gravas y observaba divertidamente cómo ella intentó en vano proteger su parte trasera. Muy mono. Cuando lograron el calvero cerca del río, las otras dos chicas ya habían puesto sus camisetas. La castaña dio brincos rápidamente hacia ellos, cogió una toalle y volcó un par de latas de cerveza. Clayton indicó a un árbol en la cercanía.
-No habéis visto el letrero?-
De un día para otro tres parejas de ojos miraron en la dirección indicado. Los humanos son ovejas y solamente esperan a un próximo orden, pensó Clayton, El letrero era pequeño y parcialmente estaba cubierto por las ramas bajas de un viejo roble siempreviva. Por orden del juez Kendrick Clayton lo había puesto allí. Dicho sea de paso ese juez era el tío de Keith y la propuesto colocar una información aquí venía de Keith mismo - porque no sabía que una prohibición oficial todavía aumentaba la fuerza de atracción de ese lugar.
Texto alemán:
Unterwegs machten
sie einen kleinen Abstecher zu dem alten Waldweg, der früher zur Holzabfuhr
gedient hatte. Dieser Weg schlängelte sich knapp zwei Kilometer durch den National
Forest, bis zu der Stelle, wo der Swan Creek eine scharfe Biegung in Richtung South
River machte. Dort gab es einen hübschen kleinen Kiesstrand, und jeder wusste,
dass man da ungestört nackt baden konnte.
Clayton hatte keine Ahnung, wie diese Tradition entstanden war. Aber er hatte
sich angewöhnt, öfter mal dort vorbeizufahren, immer in der Hoffnung, einen
Glückstreffer zu landen, so wie heute. Vor sechs Wochen hatte er sechs entblößte
Mädels aufgespürt, jetzt waren es immerhin drei. Die beiden, die bisher auf ihren
Handtüchern gedöst hatten, tasteten hastig nach ihren T-Shirts. Die eine war etwas
zu mollig für seinen Geschmack, aber die beiden anderen – auch die Brünette, die
vor ihm stand – hatten eine Figur, die jeden männlichen Kommilitonen um den
Verstand bringen konnte. Und jeden Polizeibeamten.
„Wir wussten nicht, dass Leute hierherkommen. Wir haben gedacht, das darf
man hier.“
Sie machte so ein Unschuldsgesicht, dass er automatisch dachte: Na, Daddy
wäre bestimmt superstolz, wenn er wüsste, was sein kleines Töchterchen hier
anstellt. Er malte sich aus, wie erschrocken sie auf diesen Satz reagieren würde,
aber weil er Uniform trug, musste er leider etwas Seriöses von sich geben.
Außerdem durfte er auf keinen Fall zu weit gehen. Wenn es sich herumsprach, dass
hier in der Gegend Polizei patrouillierte, kamen bald keine Studentinnen mehr, und
das wäre doch sehr schade.
„Kommen Sie mit. Ich würde gern auch mit Ihren Freundinnen sprechen.“
Er folgte ihr hinunter zum Kiesstrand und beobachtete dabei belustigt, wie sie
vergeblich versuchte, ihre Rückseite zu schützen. Sehr niedlich. Als sie die Lichtung
beim Fluss erreichten, hatten die beiden anderen Mädchen bereits ihre T-Shirts
angezogen. Die Brünette hopste schnell zu ihnen, schnappte sich ein Handtuch und
warf dabei ein paar Bierdosen um. Clayton deutete auf einen Baum in der Nähe.
„Habt ihr das Schild hier nicht gesehen?“
Wie auf Kommando schauten drei Augenpaare in die angegebene Richtung.
Die Menschen sind Schafe und warten nur auf den nächsten Befehl, dachte Clayton.
Das Schild war klein und teilweise durch die niedrigen Zweige einer alten
immergrünen Eiche verdeckt. Auf Anordnung von Richter Kendrick Clayton war es
dort aufgehängt worden. Dieser Richter war, nebenbei bemerkt, Keiths Onkel, und
der Vorschlag, hier so einen Hinweis anzubringen, stammte von Keith Clayton selbst
- er wusste nämlich, dass ein offizielles Verbot die Anziehungskraft des Ortes nur
noch steigern würde.
a pasar con frecuencia con su coche por allí
ResponderEliminarpero las otras dos no
permitido
uniforme
sería una lástima
cómo ella intentó en vano
ya se habían puesto
La castana rapidamente dio brincos
toalla
Dicho que sea...