martes, 14 de junio de 2016

Traducción del libro "Für immer der Deine" de Nicholas Sparks Parte número 4 (3h)

Para el curso de "Traducción e interpretación", traduciré el libro "Für immer der deine" de Nicholas Sparks en este semestre (Sommersemester 2016)

Muy Probablemente las tres chicas contaron a sus amigas que el sheriff bien es verdad que las pilló al bañarse desnudo, pero no pasó algo malo. Se divulgaría que los agentes de policía eran guay en este sitio. Y ojalá hubiera sacado unas fotografías apetitosas como una adición bonita para su colleción atecedente.Cuando en este momento quería sacar la cámara del matorral, oyó un pífano. Seguió el sonido hasta la vía  de acceso de madera antigua. Allí descubrió un hombre desconocido que andaba lentamente por el camino. Con un perro. El hombre le acordaba de un hippie de los sesenta. En todo caso no pertenecía a las chicas. Primero era demasiado viejo para el instituto - por lo menos al fin de los veinte. Con su pelo largo pertenecería también a las hijas más altas, no? En la espalda llevaba una mochila pesada en la cual había atado un saco de dormir abajo. Ese hombre no quería ir a la playa solamente por un día, no, parecía como alguien que hacía una caminata verdadera. Probablemente con camping. Cúanto tiempo ya estaba aquí? Veía algo? Por ejemplo se había enterado como Clayton había sacado fotografías? No, era completamente imposible. Desde el camino no se podía ver nada porque la mata era demasiado espesa y si alguien hubiera pasado por al bosque, Clayton lo habría oido. Con garantía. Sin embargo le parecía raro que se encontró con un excursionista en este sitio. Aquí no había ningunas  atracciones de turistas, se encontraba en medio de nada. Y Clayton quería impedir con todos los medios que algunos hippis tontos estropeaban a las estudiantes la vida de playa.
Entretanto el extraño le había pasado. Se acercó al coche patrulla y al jeep en el que las chicas habían llegado. Clayton pisó al camino forestal y se carraspeó. El extraño y el perro se giraron. De la distancia el Deputy intentaba valorarles. El hombre no parecía particularmente estar impresionado de su asistencia repentino. El perro tampoco. En la mirada del extraño estaba algo que Clayton confundía. Casi era así como si él y su acompañanante ya le hubieran esperado. El perro parecía introvertido, inteligente y al mismo tiempo muy vigilante - como pantera antes de que Kenny Moore le soltó. El estómago de Clayton se aferró convulsivamente. Hubiera preferido cubrir su parte íntima con sus manos, pero se contuvo. Un largo rato Clayton y el extraño se miraban. El Deputy sabía naturalmente que su uniforme confundía a la gente como regla regular. Aunque no hubieran cometido un delito. Cada uno se ponía nervioso en la presencia de un agente de policía y pensaba que este tío no era una excepción. El efecto intimidado de su uniforme era finalmente la razón, por qué el ya quería ser agente de policía  desde su infancia. - Tiene usted una cuerda para su perro?-, exclamó él. Debía sonar como un orden, no como una pregunta. -En mi mochila.-

Texto alemán:

 Höchstwahrscheinlich erzählten die drei ihren Freundinnen, der Sheriff habe sie zwar beim Nacktbaden erwischt, aber es sei nichts Schlimmes passiert. Es würde sich herumsprechen, dass die Polizeibeamten in dieser Gegend cool waren. Und hoffentlich hatte er ein paar knackige Aufnahmen hinbekommen, als hübsche Ergänzung zu seiner bisherigen Sammlung. Als er gerade die Kamera aus dem Gebüsch holen wollte, hörte er ein Pfeifen. Er folgte dem Geräusch bis zu der ehemaligen Holzzufahrt. Dort entdeckte er einen unbekannten Mann, der langsam den Weg entlangging. Mit Hund. Der Typ erinnerte ihn an die Hippies aus den sechziger Jahren. Auf jeden Fall gehörte er nicht zu den Mädchen. Erstens war er zu alt fürs College - mindestens Ende zwanzig. Mit seinen langen Haaren würde er auch nicht zu den höheren Töchtern passen, oder? Auf dem Rücken trug er einen schweren Rucksack, an den unten ein Schlafsack geschnallt war. Dieser Mann wollte nicht für einen Tag zum Strand, nein, er wirkte wie jemand, der eine richtige Wanderung machte. Vermutlich mit Camping. Wie lange war er schon hier? Hatte er etwas gesehen? Hatte er – zum Beispiel – mitbekommen, wie Clayton fotografierte? Nein, das war völlig unmöglich. Vom Weg aus konnte man nichts sehen, weil das Unterholz viel zu dicht war, und wenn jemand durch den Wald gegangen wäre, hätte Clayton das gehört. Unter Garantie. Trotzdem erschien es ihm eigenartig, dass er in dieser Gegend einem Wanderer begegnete. Hier gab es keine Touristenattraktionen, man befand sich mitten im Nichts. Und Clayton wollte mit allen Mitteln verhindern, dass irgendwelche blöden Hippies den Studentinnen das Strandleben vermiesten. Inzwischen war der Fremde an ihm vorbeigegangen. Er näherte sich dem Streifenwagen und dem Jeep, in dem die Mädchen gekommen waren. Clayton trat auf den Waldweg und räusperte sich. Der Fremde und sein Hund drehten sich um. Aus der Distanz versuchte der Deputy, sie einzuschätzen. Der Mann schien nicht besonders beeindruckt von seinem plötzlichen Erscheinen. Der Hund auch nicht. Im Blick des Fremden lag etwas, was Clayton durcheinanderbrachte. Es war fast so, als hätten er und sein Begleiter ihn bereits erwartet. Der Hund wirkte verschlossen, intelligent und gleichzeitig extrem wachsam – genau wie Panther, bevor Kenny Moore ihn losließ. Claytons Magen krampfte sich zusammen. Am liebsten hätte er seinen Intimbereich mit den Händen bedeckt, aber er beherrschte sich. Eine ganze Weile starrten Clayton und der Fremde einander an. Der Deputy wusste natürlich, dass seine Uniform die Leute in der Regel verunsicherte. Auch wenn sie gar nichts verbrochen hatten. Jeder wurde unruhig in Gegenwart eines Gesetzeshüters, und Clayton ging davon aus, dass dieser Typ da keine Ausnahme bildete. Die einschüchternde Wirkung seiner Berufsbekleidung war schließlich einer der Gründe, warum er schon als Kind gern Polizist werden wollte. „Haben Sie eine Leine für Ihren Hund?“, rief er. Es sollte wie ein Befehl klingen, nicht wie eine Frage. „In meinem Rucksack.“